"Las encierran en una apartada casa y las hacen de todo. Estamos luchando para terminar con esa práctica horrible". La frase es de Marie-Consolée Mukangendo, especialista en Comunicación para el Desarrollo de Unicef en Mozambique. De lo que habla Marie es de los ritos de iniciación sexual, una práctica extendida en las zonas rurales del país y que consiste en preparar a niñas para convertirlas en "mujeres". Si lo prefieren, dicho más claro, en enseñar a niñas a satisfacer sexualmente a sus futuros maridos. Las edades de las obligadas alumnas van desde los 9 a los 13 años.
"Es un tema tabú, del que es muy difícil obtener información y del que hay pocos estudios", reconocen en el Gobierno mozambiqueño a este periódico. "Los ritos de iniciación sexual son aún un secreto que perpetua el rol de que la mujer es inferior al hombre", afirma un informe elaborado por la ONU. En la práctica, una niña nacida especialmente en las provincias de Zambézia y Nampula sabe que acabará aprendiendo el temido Puxa Puxa. ¿Qué es? Su futuro valor, su precio.

Cristina.
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